Las bujías, comúnmente conocidas como bujías de encendido, funcionan mediante un pulso de descarga piezoeléctrica de alto voltaje proveniente de un cable de alto voltaje (bujía de encendido). Este descompone el aire entre sus electrodos, generando chispas eléctricas que encienden la mezcla de gases en el cilindro. Las condiciones básicas de un motor de alto rendimiento son: chispa estable de alta energía, mezcla uniforme y alta relación de compresión. Los automóviles con motor de combustión interna generalmente utilizan gasolina y diésel. En el mercado automovilístico chino, los automóviles de gasolina ocupan una gran proporción. Los motores de gasolina se diferencian de los diésel en que la gasolina tiene un punto de ignición más alto (alrededor de 400 grados), lo que requiere un encendido forzado para encender la mezcla. Mediante la descarga entre los electrodos para producir chispas, el motor de gasolina realiza una combustión rápida de la mezcla de combustible y gas para generar energía. Sin embargo, dado que la gasolina, incluso a altas temperaturas, presenta dificultades para la combustión espontánea, para lograrla es necesario usar fuego para encenderla. En este caso, la función de bujía es el encendido por chispa.