Los parachoques cumplen funciones de protección, decoración y mejora de la aerodinámica del vehículo. Desde el punto de vista de la seguridad, en caso de colisión a baja velocidad, el vehículo actúa como amortiguador para proteger las carrocerías delantera y trasera, y también protege a los peatones en caso de accidente. Su aspecto es decorativo y se ha convertido en un elemento clave para embellecer el vehículo; además, el parachoques también tiene un efecto aerodinámico.
Para reducir las lesiones de los ocupantes en caso de colisión lateral, se suele instalar un parachoques en las puertas para aumentar la resistencia al impacto. Este método es práctico, sencillo, prácticamente no modifica la estructura de la carrocería y se ha utilizado ampliamente. La instalación del parachoques consiste en colocar varias vigas de acero de alta resistencia, horizontal u oblicuamente, en el panel de cada puerta. Estas vigas actúan como parachoques delantero y trasero, de modo que el vehículo entero cuenta con parachoques que protegen los lados delantero, trasero, izquierdo y derecho, formando una especie de "pared de cobre", maximizando la seguridad de los ocupantes. Si bien la instalación de este tipo de parachoques incrementará los costos para los fabricantes, la seguridad y la sensación de protección de los ocupantes aumentarán considerablemente.