¿Cuáles son los síntomas de un amortiguador roto?
01 Fuga de aceite
La fuga de aceite del amortiguador es un síntoma evidente de daño. La superficie exterior de un amortiguador normal debe estar seca y limpia. Una fuga de aceite, especialmente en la parte superior del vástago del pistón, suele indicar una fuga de aceite hidráulico dentro del amortiguador. Esta fuga suele deberse al desgaste del retén de aceite. Una pequeña fuga de aceite puede no afectar inmediatamente el uso del vehículo, pero a medida que se intensifica, no solo afectará la comodidad de conducción, sino que también puede producir un ruido anormal de "dong, dong, dong". Debido al alto nivel de presión hidráulica dentro del amortiguador, el mantenimiento es un riesgo para la seguridad, por lo que, una vez detectada una fuga, se recomienda reemplazar el amortiguador en lugar de intentar repararlo.
02 Sonido anormal del asiento superior del amortiguador
El sonido anormal del asiento superior del amortiguador es un síntoma evidente de una falla. Al circular por una superficie ligeramente irregular, especialmente a una velocidad de entre 40 y 60 yardas, el propietario puede oír un golpeteo sordo en el compartimento delantero del motor. Este sonido no es un golpeteo metálico, sino una señal de alivio de presión dentro del amortiguador, incluso si no hay signos evidentes de fuga de aceite en el exterior. Con el uso, este ruido anormal aumentará gradualmente. Además, si el amortiguador suena anormalmente en una carretera con baches, también significa que podría estar dañado.
03 Vibración del volante
La vibración del volante es un síntoma evidente de daño en el amortiguador. El amortiguador contiene componentes como sellos de pistón y válvulas. Cuando estas piezas se desgastan, el líquido puede salirse de la válvula o sello, lo que provoca un flujo inestable. Este flujo inestable se transmite al volante, provocándole vibraciones. Esta vibración se acentúa especialmente al pasar por baches, terrenos rocosos o carreteras con baches. Por lo tanto, una fuerte vibración en el volante puede ser una señal de alarma de fuga de aceite o desgaste del amortiguador.
04 Desgaste desigual de los neumáticos
El desgaste desigual de los neumáticos es un síntoma evidente de daños en el amortiguador. Cuando hay un problema con el amortiguador, la rueda vibra de forma irregular al conducir, lo que provoca que ruede. Este fenómeno de rodadura provoca un desgaste importante de la zona de contacto del neumático con el suelo, mientras que la zona no afectada no se ve afectada. Con el tiempo, la forma del neumático se vuelve desigual, lo que no solo afecta la estabilidad de conducción del vehículo, sino que también puede aumentar la sensación de turbulencia. Al pasar por carreteras con baches o badenes, las ruedas pueden emitir ruidos anormales, lo que también indica una falla del amortiguador.
05 Chasis suelto
Un chasis suelto es un síntoma evidente de un amortiguador dañado. Al circular por una carretera con baches, si la carrocería presenta una inclinación excesiva, suele indicar que el amortiguador tiene un problema o está dañado. La función principal del amortiguador es absorber y reducir el impacto y la vibración causados por las irregularidades de la carretera durante la conducción. Si está dañado, el vehículo no puede mantener una inclinación estable, lo que provoca que el chasis se sienta suelto.
¿Qué pasa si el amortiguador no recupera su posición original al presionarlo?
Cuando el amortiguador no recupera su forma original tras ser presionado, pueden ocurrir cuatro cosas. La primera es que debido a una fuga de aceite o al uso prolongado, la resistencia interna de la barra de amortiguación Ambassador no pueda recuperarse eficazmente, lo que impide filtrar eficazmente la presión del resorte. Esto, aunque no afecta la seguridad de la conducción, sí afecta la comodidad. Se recomienda reemplazar los amortiguadores por pares y, después de reemplazarlos, realizar un posicionamiento en las cuatro ruedas. La segunda es que exista un problema con el amortiguador, como fugas de aceite o restos de aceite. Si el amortiguador no pierde aceite, es necesario verificar el buen estado de los pasadores de conexión, las bielas, los orificios de conexión, los bujes de goma, etc. Los amortiguadores dañados, sin soldar, agrietados o desprendidos también pueden provocar problemas de recuperación. El tercer caso es la falla de las piezas internas del amortiguador, como una holgura excesiva entre el pistón y el cilindro, una tensión deficiente del cilindro, un sello de la válvula deficiente, una placa y un asiento de válvula apretados, y un resorte de tensión del amortiguador demasiado blando o roto. Es necesario realizar reparaciones según la situación, como rectificar o reemplazar piezas. Finalmente, durante el uso del vehículo, el estado de funcionamiento del amortiguador afecta directamente la estabilidad de la conducción y la vida útil de otras piezas, por lo que es fundamental mantenerlo siempre en buen estado.
El problema de rebote de los amortiguadores puede deberse a diversas razones. En primer lugar, el amortiguador podría no recuperarse eficazmente debido a un uso prolongado o a fugas de aceite. Esta situación no afecta la seguridad al volante, pero sí la comodidad. Por lo tanto, se recomienda reemplazar ambos amortiguadores simultáneamente y, tras el reemplazo, realizar un posicionamiento en las cuatro ruedas. En segundo lugar, el amortiguador podría presentar fugas de aceite o restos de fugas. Si el amortiguador no presenta fugas de aceite, es necesario comprobar el buen estado de los pasadores de conexión, las bielas, los orificios de conexión, los bujes de goma, etc. Los amortiguadores dañados, sin soldar, agrietados o desprendidos también pueden provocar un rebote deficiente. Si la comprobación anterior es correcta, es necesario desmontar el amortiguador para comprobar si la holgura entre el pistón y el cilindro es demasiado grande, si el cilindro está tensado, si el sello de la válvula es correcto, si la placa de la válvula está bien apretada con el asiento de la válvula y si el resorte de tensión del amortiguador está demasiado blando o roto. Dependiendo de la situación, será necesario rectificar o sustituir piezas. El estado de funcionamiento del amortiguador influye directamente en la estabilidad de conducción del vehículo y en la vida útil de otras piezas, por lo que es fundamental mantenerlo siempre en buen estado.
Hay cuatro posibles escenarios en los que los amortiguadores no recuperan su forma original. El primer caso es que, debido a una fuga de aceite o al uso prolongado, la resistencia interna del amortiguador no recupera su forma original, lo que no afectará la seguridad de la conducción, pero sí la comodidad. Se recomienda reemplazar los amortiguadores por pares y, tras el reemplazo, realizar un posicionamiento en las cuatro ruedas. El segundo caso es que el amortiguador presente un problema, como fugas de aceite o restos de aceite. Si el amortiguador no pierde aceite, es necesario verificar el buen estado de los pasadores de conexión, las bielas, los orificios de conexión, los bujes de goma, etc. Los amortiguadores dañados, sin soldar, agrietados o desprendidos también pueden provocar la falta de recuperación. El tercer caso es un fallo en las partes internas del amortiguador, como una holgura excesiva entre el pistón y el cilindro, una tensión deficiente del cilindro, un sellado deficiente de la válvula, una placa y un asiento de válvula apretados, y un resorte de tensión del amortiguador demasiado blando o roto. Las reparaciones deben realizarse según la situación, como rectificar o reemplazar piezas. Finalmente, durante el uso del vehículo, el estado del amortiguador influye directamente en la estabilidad de la conducción y la vida útil de otras piezas, por lo que el amortiguador debe mantenerse siempre en buen estado.
Cuando el amortiguador no recupera su forma original tras ser presionado, pueden ocurrir cuatro cosas. La primera es que debido a una fuga de aceite o al uso prolongado, la resistencia interna de la barra de amortiguación Ambassador no pueda recuperarse eficazmente, lo que impide filtrar eficazmente la presión del resorte. Esto, aunque no afecta la seguridad de la conducción, sí afecta la comodidad. Se recomienda reemplazar los amortiguadores por pares y, después de reemplazarlos, realizar un posicionamiento en las cuatro ruedas. La segunda es que exista un problema con el amortiguador, como fugas de aceite o restos de aceite. Si el amortiguador no pierde aceite, es necesario verificar el buen estado de los pasadores de conexión, las bielas, los orificios de conexión, los bujes de goma, etc. Los amortiguadores dañados, sin soldar, agrietados o desprendidos también pueden provocar problemas de recuperación. El tercer caso es la falla de las piezas internas del amortiguador, como una holgura excesiva entre el pistón y el cilindro, una tensión deficiente del cilindro, un sello de la válvula deficiente, una placa y un asiento de válvula apretados, y un resorte de tensión del amortiguador demasiado blando o roto. Es necesario realizar reparaciones según la situación, como rectificar o reemplazar piezas. Finalmente, el estado de funcionamiento del amortiguador influye directamente en la estabilidad de conducción del vehículo y en la vida útil de otras piezas, por lo que es fundamental mantenerlo siempre en buen estado.
Hay cuatro posibles escenarios en los que los amortiguadores no recuperan su forma original. El primer caso es que, debido a una fuga de aceite o al uso prolongado, la resistencia interna del amortiguador no recupera su forma original, lo que no afectará la seguridad de la conducción, pero sí la comodidad. Se recomienda reemplazar los amortiguadores por pares y, tras el reemplazo, realizar un posicionamiento en las cuatro ruedas. El segundo caso es que el amortiguador presente un problema, como fugas de aceite o restos de aceite. Si el amortiguador no pierde aceite, es necesario verificar el buen estado de los pasadores de conexión, las bielas, los orificios de conexión, los bujes de goma, etc. Los amortiguadores dañados, sin soldar, agrietados o desprendidos también pueden provocar la falta de recuperación. El tercer caso es un fallo en las partes internas del amortiguador, como una holgura excesiva entre el pistón y el cilindro, una tensión deficiente del cilindro, un sellado deficiente de la válvula, una placa y un asiento de válvula apretados, y un resorte de tensión del amortiguador demasiado blando o roto. Las reparaciones deben realizarse según la situación, como rectificar o reemplazar piezas. Finalmente, durante el uso del vehículo, el estado del amortiguador influye directamente en la estabilidad de la conducción y la vida útil de otras piezas, por lo que el amortiguador debe mantenerse siempre en buen estado.
Hay cuatro casos en los que el amortiguador no puede rebotar después de ser presionado hacia abajo: 1. Fuga de aceite o tiempo de uso prolongado, resistencia interna, la barra de choque no puede rebotar efectivamente, no proporcionará resistencia inversa efectiva a la réplica del resorte, lo que resultará en la incapacidad de filtrar efectivamente la réplica del resorte, no hay peligro para la conducción, pero afectará la comodidad. Se recomienda reemplazar el amortiguador en pares y que se realice el posicionamiento de las cuatro ruedas después del reemplazo. 2. Después de confirmar que el amortiguador tiene problemas o fallas, verifique si el amortiguador pierde aceite o tiene rastros antiguos de fugas de aceite. Si el amortiguador no pierde aceite, es necesario verificar si los pasadores de conexión, las bielas, los orificios de conexión, los bujes de goma, etc., están en buenas condiciones. Los amortiguadores dañados, sin soldar, agrietados o desprendidos también pueden provocar que no reboten. 3. Si las verificaciones anteriores son normales, se debe desmontar el amortiguador. Compruebe si la holgura entre el pistón y el cilindro es demasiado grande, si el cilindro está tensado, si el sello de la válvula está en buen estado, si el plato de la válvula está bien sujeto al asiento de la válvula y si el resorte de tracción del amortiguador está demasiado blando o roto. Repárelo rectificando o reemplazando piezas, según la situación. 4. Durante el uso del vehículo, el buen funcionamiento del amortiguador afectará directamente la estabilidad de conducción y la vida útil de otras piezas. Por lo tanto, el amortiguador debe estar siempre en buen estado de funcionamiento.
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