La función del brazo inferior del vehículo es soportar la carrocería, amortiguar los impactos y amortiguar las vibraciones de la carretera. Si se rompe, los síntomas son: disminución del control y la funcionalidad; disminución de la seguridad (p. ej., dirección, frenado, etc.); ruido anormal; parámetros de posicionamiento incorrectos, desviación y desgaste o daños en otras piezas (como el desgaste de los neumáticos); dirección afectada o incluso mal funcionamiento, entre otros problemas.