El parachoques cumple la función de protección, decoración y mejora la aerodinámica del vehículo. Desde el punto de vista de la seguridad, el vehículo actúa como amortiguador en caso de colisión a baja velocidad, protegiendo la parte delantera y trasera de la carrocería. En caso de colisión con peatones, también contribuye a su protección. Su aspecto es decorativo y se convierte en un elemento clave de la estética del vehículo. Además, los parachoques también tienen un efecto aerodinámico.
Al mismo tiempo, para reducir los daños a los ocupantes en caso de impacto lateral, los vehículos suelen estar equipados con parachoques en las puertas para aumentar la resistencia anticolisión. Este método es práctico, sencillo, apenas modifica la estructura de la carrocería y se ha utilizado ampliamente. Ya en la Exposición Internacional del Automóvil de Shenzhen de 1993, se abrió la puerta de un vehículo para exponer el parachoques al público y demostrar su excelente rendimiento de seguridad.
El parachoques de puerta se instala en cada puerta, sobre la placa de la puerta, con varias vigas de acero de alta resistencia, horizontales u oblicuas, que actúan como parachoques delantero y trasero, protegiendo todo el vehículo, formando una especie de muro de hierro, para maximizar la seguridad de los ocupantes. Si bien la instalación de estos parachoques sin duda incrementará los costos para los fabricantes de automóviles, la seguridad y la sensación de protección de los ocupantes aumentarán considerablemente.