La rotura del filtro del aire acondicionado puede tener consecuencias negativas. Si uno de los filtros se rompe, el chip del filtro será difícil de reparar en el aire acondicionado, lo que puede provocar que la carcasa del filtro no esté bien sellada, la filtración del aire sea insuficiente y el aire del vehículo se vea afectado. En general, la función del filtro del aire acondicionado es filtrar las impurezas dañinas del aire del vehículo, como polvo y residuos. Sumado a los cambios de temperatura, a veces más húmedos, es fácil que se reproduzcan bacterias. Cuando estas bacterias se producen, no solo afectan la comodidad del conductor, sino que también son propensas a enfermedades, y el viento que sale del aire acondicionado también puede generar olores. Normalmente, si cambia el filtro del aire acondicionado usted mismo, solo necesitará docenas de piezas, pero si lo hace en un taller especializado, al menos tres cifras, además de calcular el precio por hora. La frecuencia de reemplazo del filtro del aire acondicionado suele ser de 10,000 kilómetros o seis meses. Por lo tanto, el reemplazo por parte del propietario es más rentable. Al reemplazar el filtro del aire acondicionado, primero determine su ubicación. La mayoría de los filtros se encuentran en la parte trasera de la guantera del pasajero o en la parte inferior izquierda del capó. Al abrir el capó, el filtro está cubierto por una placa de plástico cerca del copiloto. Hay una hebilla a ambos lados del filtro, lo que permite extraerlo e instalar el nuevo.