La puerta del coche facilita el acceso del conductor y los pasajeros al vehículo, aislando las interferencias externas, reduciendo en cierta medida los impactos laterales y protegiendo a los ocupantes. La estética del coche también se relaciona con la forma de la puerta. La calidad de la puerta se refleja principalmente en su capacidad anticolisión, su sellado, la facilidad de apertura y cierre y, por supuesto, en otros indicadores de su uso. La resistencia a las colisiones es especialmente importante, ya que, en caso de impacto lateral, la distancia de amortiguación es muy corta y los ocupantes pueden sufrir lesiones fácilmente.